Hotel Boutique Castillo Rojo, es un exclusivo hotel de lujo, ubicado en el centro mismo de la Plaza Mori, en pleno corazón del Barrio Bellavista, famoso por su música en vivo, teatros, restaurantes y alegre vida nocturna.
El hotel se encuentra a una cuadra de la Casa de Pablo Neruda (La Chascona), del Patio Bellavista, del funicular que lleva a la cumbre del Cerro San Cristóbal, a minutos caminando del metro Baquedano, del centro de la ciudad, Museo de Bellas Artes y Mercado Central y a solo 20 minutos del Aeropuerto internacional.
Desde aquí, podrá visitar la turística ciudad de Viña del Mar y Valparaíso, así como los viñedos, que están localizados en los Valles de Casablanca y del Maipo, a tan solo una hora y media del hotel, como también centros de esquí a media hora del hotel.
El icónico Castillo Rojo, fue construido originalmente en 1923 por la aristocrática familia Lehuedé (pueden ver las fotos en los pasillos, incluso el matrimonio de los dueños, celebrado en el mismo castillo). Luego un escritor ruso lo compró y al morir se lo dejó a su ama de llaves, quien al no poder solventar todos los gastos, lo arrendó por piezas, el cual sirvió como lugar de encuentro para artistas, tanto chilenos, como extranjeros.
El 2010 lo compran los actuales dueños, tardando la remodelación y restauración 3 años. Inaugurado en mayo de 2014 como Hotel Boutique, con muebles originales de aquellos tiempos, chimeneas y trabajos en madera restaurada, con elementos de iluminación y diseño propios del estilo de los años 20.
Habitaciones temáticas, gran parte de ellas, con decoración de la ex casa, por ejemplo la cocina, la sala de juegos, etc.
Decorada por el estudio Grisanti – Cussen.
Asimismo, el Hotel Boutique Castillo Rojo ofrece comodidad y lujos modernos, incluyendo 19 habitaciones climatizadas en forma individual, distribuidas en Classic, Premium y Suite, las cuales incluyen desayunos, conexión WiFi y estacionamiento privado.
También cuenta con un lounge y dos amenos restaurantes, Les Trois y Galeria Dorian.
Le invitamos a retroceder en el tiempo, para vivir el elegante estilo del Santiago de 1920.